El flebótomo: el “mosquito” responsable de transmitir la leishmaniosis en perros y humanos
El flebótomo es un insecto muy pequeño, de 2 a 3 milímetros, que transmite la leishmaniosis a perros, personas y otros mamíferos. Pertenece al subgrupo Phlebotominae y especies como Phlebotomus perniciosus son las más comunes en España. La leishmaniosis en perros es frecuente y puede ser grave. La enfermedad se transmite cuando una hembra de flebótomo infectada pica para alimentarse de sangre. El parásito que transmite es Leishmania spp.. El flebótomo vive en zonas con temperaturas suaves, humedad y materia orgánica. Puede encontrarse en entornos rurales y en ciudades, como parques, jardines y alcantarillas. Su actividad es mayor desde el atardecer hasta el amanecer.
En este artículo se explica qué es un flebótomo, cómo reconocerlo, cómo transmite la leishmaniosis, su ciclo de vida, hábitat, síntomas de la enfermedad en perros y humanos, su distribución geográfica y cómo prevenir las picaduras con medidas como antiparasitarios externos con acción repelente.
¿Qué es un flebótomo y cómo reconocerlo?
El flebótomo es el principal vector de la leishmaniosis en perros en humanos. Este insecto diminuto, de entre 2 y 3 mm de longitud, tiene el cuerpo encorvado y está cubierto de finos pelos. A pesar de su tamaño, su impacto en la salud pública es notable, ya que transmite el parásito Leishmania spp. a través de su picadura.
Las hembras —denominadas flebótomo hembra— son las responsables de la transmisión. Necesitan alimentarse de sangre para completar el desarrollo de los huevos, mientras que los machos se alimentan principalmente de néctar. Su vuelo es lento, a saltos, y suele desarrollarse a baja altura, aunque pueden escalar paredes y alcanzar varios pisos.

Cómo transmite el flebótomo la leishmaniosis
El insecto que transmite la leishmaniosis adquiere el parásito al picar a un perro u otro mamífero infectado. En su interior, el parásito evoluciona durante 4 a 20 días hasta que el insecto se convierte en portador. En la siguiente picadura a un animal o persona sana, el flebótomo introduce el parásito en el torrente sanguíneo, causando la infección.

En España, en 2023 fueron notificados casi 400 casos de leishmaniosis en personas (Informe RENAVE 2023). Las comunidades más afectadas son Valencia, Madrid, Cataluña y Baleares, aunque la leishmaniosis en perros es mucho más frecuente y extendida.
Ciclo de vida y biología del flebótomo
El ciclo de vida del flebótomo consta de cuatro fases: huevo, larva, pupa y adulto. Las hembras realizan de 4 a 5 puestas a lo largo de su vida, que dura aproximadamente cuatro semanas. Prefieren lugares oscuros, húmedos y con materia orgánica para depositar los huevos.
El desarrollo de larva a adulto depende de la temperatura y humedad ambiental. Por debajo de los 10 °C, las larvas entran en hibernación y la población adulta disminuye drásticamente. Con temperaturas por encima de 16 °C, la actividad se incrementa, lo que coincide con un mayor número de picaduras.
Hábitat y comportamiento del flebótomo
Este insecto volador se adapta tanto a entornos rurales como urbanos. Vive en grietas de edificios, sótanos, alcantarillas, zonas con basura y materia orgánica, y áreas sombrías de parques y jardines. La urbanización y el cambio climático han ampliado su presencia a zonas del norte de España y Europa.
Un estudio en Barcelona detectó flebótomos portadores de leishmaniosis en casi la mitad de las muestras tomadas en parques y alcantarillas. Su actividad máxima ocurre desde el atardecer hasta el amanecer, evitando lluvia y viento.
Signos clínicos de la picadura del flebótomo
La picadura de flebótomo en perros suele presentarse en zonas con poco pelo, como la trufa, orejas o abdomen, y aparece como una lesión papular que puede evolucionar a una lesión ulcerativa. A menudo, se acompaña de inflamación en los ganglios linfáticos cercanos. En personas, la picadura puede causar lesiones cutáneas localizadas o ser la puerta de entrada para formas más graves de la enfermedad.
Distribución y expansión geográfica del flebotomo
En España, el phlebotomus perniciosus es la especie más común y principal vector de la leishmaniosis. El área mediterránea es considerada endémica, pero debido al aumento de temperaturas y la movilidad de animales, el flebótomo ha colonizado zonas del norte peninsular y países de Europa central.
A nivel mundial, la leishmaniasis es endémica en 99 países de todo el mundo, afectando especialmente a regiones de América Latina, África, Asia y el Mediterráneo.
Cómo prevenir la leishmaniosis
La prevención es clave para frenar la enfermedad. Las principales medidas incluyen:
- Vacunar a los perros contra la leishmaniosis.
- Aplicar antiparasitarios externos con acción repelente contra el flebótomo, como collares o pipetas.
- Evitar paseos durante las horas de mayor actividad de los flebótomos: desde el atardecer hasta amanecer.
- Colocar mosquiteras y evitar que el perro duerma al aire libre.
- Mantener limpio el entorno y eliminar materia orgánica donde pueda desarrollarse el insecto.
- Todo lo que debes saber sobre la leishmaniosis - Hospital Veterinario San Vicente
- Todo sobre la Leishmaniosis - Centre Veterinari de Cornellà (veterinariocornella.com)
- The Host Response to Leishmania Infection – PubMed
- ESCCAP. Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores en Perros y Gatos. (https://www.esccap.es/wp-content/uploads/2016/06/guia5_P31620-FINAL.pdf)
- Advierten que se está infravalorando en la incidencia de la leishmaniosis en humanos de Baleares. Animal’s Health. (2023) https://www.animalshealth.es/profesionales/advierten-esta-infravalorando-incidencia-leishmaniosis-humanos-baleares
- Leishmaniasis en ratas y flebótomos del alcantarillado de Barcelona, un escenario ideal para la transmisión de esta enfermedad. Higiene Ambiental. (2022) https://higieneambiental.com/Leishmaniasis-ratas-barcelona
- Leishmaniasis. Comunidad Madrid. https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/leishmaniasis.
- Dónde se esconde la leishmania. Por un mundo sin leishmaniosis. (2023) https://porunmundosinleishmaniosis.com/es/donde-se-esconde-la-leishmania