Leishmaniosis canina: una enfermedad silenciosa, pero fácil de prevenir
La leishmaniosis canina es una enfermedad grave y progresiva causada por el parásito Leishmania, que se transmite a través de la picadura del flebótomo, un pequeño insecto volador que a menudo se confunde con el mosquito. La infección puede afectar a varios órganos y sistemas del cuerpo del perro, como la piel, los riñones, el hígado y el sistema inmunitario.
Los signos clínicos de la leishmaniosis varían, pero los más frecuentes incluyen:
- Pérdida progresiva de peso;
- Heridas en la piel que no cicatrizan;
- Crecimiento exagerado de las uñas;
- Apatía y disminución de la vitalidad.
Sin un diagnóstico y tratamiento oportunos, la enfermedad puede progresar gravemente y conducir a la muerte. Por eso es esencial prestar atención precoz a los signos clínicos.
¿Cómo se diagnostica?
Si observa heridas persistentes en la piel de su perro, pérdida de peso u otros signos , es fundamental que acudas al veterinario lo antes posible. El diagnóstico se realiza mediante pruebas específicas que detectan la presencia del parásito. Un tratamiento adecuado, aunque no curativo, es esencial para controlar la enfermedad y mejorar significativamente la calidad de vida del animal.
¿Cómo puedo proteger a mi perro? Prevención: ¡la clave de la protección!
La leishmaniosis puede prevenirse con medidas sencillas pero eficaces. La prevención es siempre la mejor manera:
- Antiparasitarios externos con acción repelente: los collares antiparasitarios y las pipetas con acción repelente son esenciales. Los collares ofrecen una protección prolongada al crear una barrera física y química alrededor del perro. Las pipetas, aunque eficaces, requieren una aplicación mensual.
- Vacunación: la vacuna, a través de una consulta veterinaria, estimula el sistema inmunitario, reduciendo el riesgo de desarrollar la enfermedad y el aparecimiento de signos clínicos y es un importante aliado en la lucha contra la enfermedad.
- Evita las horas de alto riesgo: reduce los paseos al atardecer y al amanecer, cuando los flebótomos están más activos.
- Entorno limpio: Mantén el lugar donde vive tu perro limpio y libre de materia orgánica en descomposición, ya que esto ayuda a mantener alejados a los vectores.
- Consultas regulares al veterinario.
El seguimiento veterinario es crucial
El seguimiento regular con su veterinario es esencial. Podrá aconsejarte sobre el mejor plan de prevención para tu mascota, actualizar las vacunas y asegurarse de que los antiparasitarios se utilizan correctamente.
Cuidar de tu mascota hoy garantizará su salud mañana.
Con información, prevención y atención veterinaria, puedes proteger a tu perro de la leishmaniosis y darle una vida larga y sana.
Ana Sofia Carvalho | @anasofia_vet
Veterinaria